Madrid huele a mar. Aunque no tengamos costa, la ciudad está repleta de restaurantes gallegos y asturianos que celebran el sabor del norte. Te traemos una selección para que puedas probar las mejores fabadas, cachopos, percebes y albariños sin salir de la capital.
El Oso es un restaurante especializado en cocina asturiana en La Moraleja. Su amplia terraza con jardín y sus cómodos y elegantes salones (algunos de ellos privados) lo convierten en un espacio ideal para disfrutar de una comida tranquila e íntima.
En su carta destaca la cocina de mercado, con productos de primera calidad: anchoas del Cantábrico, bacalao a la sidra, lasaña de vieiras, fritos de pixín o escalopines de solomillo al cabrales. Todos ellos, platos que resumen la esencia de una cocina asturiana cuidada y abundante.
Dirección: Avenida de Burgos, 214.
Casa Hortensia es un referente de la cocina asturiana tradicional. Ganador del concurso a la ‘Mejor Fabada de Madrid 2017’, este restaurante rinde homenaje al recetario del norte con platos como los fabes D.O.P de Asturias, las verdinas con bogavante, la merluza a la brasa, el cachopo de ternera o el pixín a la parrilla con ajitos, además de productos caseros de la huerta asturiana. Por cierto, dicen que su arroz con leche con su costra de caramelo y sus frixuelos de crema sobre salsa de chocolate son un must.
Dirección: Calle Aviador Zorita, 32.
Otro de los grandes templos de la cocina asturiana en Madrid es Casa Hortensia, famosa por su fabada asturiana y su merluza a la romana.
Este restaurante combina tradición y autenticidad; en su carta encontrarás grandes clásicos de la gastronomía asturiana como el queso Cabrales, las gambas al ajillo o el arroz con leche. Casa Hortensia es un lugar acogedor donde la buena sidra y el ambiente animado nunca faltan.
Dirección: Calle Farmacia 2 (restaurante en la 2ª planta y sidrería en la 3ª planta).
La historia de la Sidrería El Llagar empieza en 1989. Como auténtica embajada de Asturias en Madrid, mantiene el espíritu de las sidrerías tradicionales, con un trato cercano y el inconfundible olor a sidra recién escanciada.
En su carta, grandes clásicos: fabada, cachopo, bollos preñaos y queso Cabrales. Además, encontrarás una propuesta muy singular, la rapa; se trata de una antigua receta casi desaparecida (incluso en Asturias), a base de harina de maíz y cebolla, con chorizo y panceta, y horneada después sobre hojas de berza.
Con una gran terraza cubierta y amplios salones para grupos, el local es perfecto para disfrutar de una comida abundante, acompañada de buena sidra y sabor del norte.
Ubicación: Plaza de la Villa de Canillejas.
Inaugurado en 1969, O’Pazo pronto se convirtió en un templo del pescado y el marisco en Madrid; de hecho, fue uno de los pocos restaurantes distinguidos con una estrella en la primera edición de la Guía Roja Michelin para España.
Los platos más destacados de esta marisquería de lujo son el Lenguado Evaristo (pescado a la plancha que, por cierto, lleva el nombre del propietario del Grupo Pescaderías Coruñesas, del que forma parte), rodaballo salvaje al horno, y sopa de pescado y marisco. Además, preparan la urta a la sal, un proceso que nos permite saborearlo en su máximo esplendor, sin ningún tipo de condimento más allá de los propios jugos y los aromas naturales del pescado.
Ubicación: Calle Reina Mercedes, 20.
La Chalana es un restaurante gallego especializado en pescados, mariscos y productos del Cantábrico. Eligen a diario la mejor materia prima, combinándola en su carta con algunos guiños de autor: langostinos gordos con ‘picantona’, pastel de salmón con su aceite de alcaparras y cigalas con arroz mariscado. También tienen una sabrosísima ternera asturiana, sidra autóctona de las mejores marcas y vinos de gran solera con Denominación de Origen.
Con un ambiente relajado y un servicio atento, La Chalana es una excelente opción para comidas o cenas informales con producto de la mejor calidad.
Ubicación: Calle de Clara del Rey, 24.
Fundado en 1987 por Pablo Gómez Martín, un abulense de nacimiento y gallego de corazón curtido en hostelería, O’Pulpo combina la calidez familiar con el sabor auténtico del norte.
Su carta está repleta de sabores del mar y de la tierra: cazuela de arroz meloso con bogavante, pulpo, navajas o almejas a la marinera conviven con propuestas más sofisticadas como el foie caramelizado. Los postres caseros, como las tradicionales filloas con chocolate caliente, ponen el broche dulce a una experiencia llena de autenticidad. Además, O’Pulpo ofrece menús que rinden homenaje a cada una de las provincias gallegas.
Gómez ha creado un espacio donde el producto es el verdadero protagonista, en un entorno acogedor y pensado para ocasiones especiales.
Ubicación: Calle de los Cañizares, 8.
En la Plaza de Lavapiés, Portomarín se ha convertido en un verdadero rinconcito de Galicia en el corazón de Madrid; más que un local, es un templo del pulpo y de la tradición gallega.
Su cocina apuesta por el sabor y la sencillez de los platos bien hechos. Entre ellos, destacan la sepia a la plancha, tierna y jugosa con su toque de brasa; la empanada gallega recién horneada; y el clásico lacón con grelos, acompañado de patata, chorizo, pimentón y un vino blanco fresquito que realza cada bocado.
Portomarín es un espacio donde la hospitalidad gallega y el producto del norte se encuentran para saborear con calma, celebrar lo auténtico y crear recuerdos con nuestros seres queridos.
Ubicación: Calle Valencia, 4.
La próxima vez que te apetezca saborear el mar, no hace falta que cojas el coche ni el tren, ¡basta con reservar mesa en alguno de estos restaurantes gallegos y asturianos en Madrid!
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