Fundada en el año 1787, es considerada la taberna más antigua de Madrid que aún conserva su esencia original. Ubicada en el centro histórico de la ciudad, este establecimiento emblemático invita a sus comensales a retroceder en el tiempo, rodeados de historia y tradición.
Su cocina está basada en recetas tradicionales madrileñas, elaboradas con productos locales de cercanía y con especial atención al origen y la calidad de los ingredientes. Callos a la madrileña, rabo de toro, potaje y otras propuestas clásicas forman parte de una carta que honra el recetario castizo.
El espacio mantiene elementos arquitectónicos y decorativos originales, lo que convierte cada visita en una experiencia cultural y gastronómica. Además, ofrece un ambiente cálido y acogedor, abierto de martes a domingo, y da la bienvenida tanto a familias como a visitantes acompañados de sus mascotas.
Con más de dos siglos de historia, esta taberna sigue siendo un punto de referencia para quienes desean descubrir el sabor auténtico de Madrid.