Ubicados a los pies de la Sierra de Guadarrama, a tan solo 50 kilómetros de Madrid y rodeados por un entorno único, brindan a sus comensales la posibilidad de descansar del ajetreo de la ciudad. Bajo la sombra natural de los castaños de indias, su equipo se encarga de hacer disfrutar a sus clientes de una buena cocina que hará las delicias de su paladar.