Revoltosa Prado abría en 2018 sus puertas recuperando, por un lado, el espíritu de la taberna tradicional madrileña en las primeras horas del día. Café con churros, tapas, platos informales y castizos para compartir, menú del día, cañas bien tiradas, vinos y vermut.
Para ir contagiándose del ambiente relajado, hedonista y sofisticado de una coctelería a medida que cae la noche. Con música en directo y actuaciones de DJs que hacen de este histórico lugar el mejor sitio para empezar la noche… o incluso para acabarla.