Mari y Pepe, oriundos de Asturias, inauguraron La Copita Asturiana en 1959, marcando el inicio de un historia que evoluciona con el tiempo. Este rincón gastronómico, nacido como punto de encuentro vecinal, se ha convertido en un destino internacional gracias a la calidad de la comida y la fidelidad de clientes. La dedicación de Mari y Pepe, ahora continuada por su hija, asegura que La Copita Asturiana siga siendo un tesoro culinario en Madrid.