El Enfriador de Plaza de Perú fue el primero de los tres locales del grupo y mantiene el espíritu con el que nació: una taberna madrileña con ambiente familiar, atención cercana y una oferta gastronómica basada en recetas tradicionales y platos sencillos bien ejecutados.
La carta es amplia y está pensada tanto para el tapeo como para comidas más completas. Entre las opciones más recomendadas por la clientela habitual se encuentran las tostas, que se sirven con distintos ingredientes y buen pan, y la ensaladilla rusa, una de las especialidades más reconocidas del local. También se ofrecen raciones y platos clásicos que permiten compartir y adaptar la comida al momento del día.
El ambiente combina la esencia de la taberna de siempre con un estilo más actual, sin perder calidez ni funcionalidad. El espacio invita a una visita habitual, tanto por la constancia de la cocina como por el trato del equipo, que refuerza el carácter cercano del lugar.
La cerveza, servida con técnica y cuidado, sigue siendo uno de los pilares del local, acompañando tanto el tapeo como las comidas más completas. Este establecimiento ha sabido consolidarse como un punto de referencia en la zona para quienes buscan un bar de confianza, donde la cocina se mantiene firme y el servicio responde con regularidad.