El distrito más amplio de la capital es eminentemente forestal, ya que el 90 % de su suelo corresponde a los Montes de El Pardo y otras zonas verdes aledañas a este enorme bosque mediterráneo, que ocupa más de una cuarta parte de todo el municipio. Su riqueza cinegética lo convirtió en el cazadero predilecto de los Austrias y Borbones y, siglos después, tanto en su casco urbano como desperdigados por las dehesas, proliferan los asadores, restaurantes y salones de celebraciones. El otro gran núcleo poblacional que conforma este distrito es el antiguo pueblo de Fuencarral, donde hay muchas fondas y restaurantes populares. En los últimos años, los nuevos desarrollos urbanísticos han traído también nuevos vecinos, familias jóvenes en su mayoría que han permitido que en barrios como Valverde o El Pilar haya una interesante oferta hostelera.