El establecimiento se encuentra en un edificio de carácter histórico, que ha sido adaptado para ofrecer un ambiente elegante con elementos rústicos. Este diseño crea un espacio acogedor y cómodo para quienes visitan el lugar, proporcionando una atmósfera tranquila y agradable para disfrutar de la comida.
Desde su balcón, los comensales pueden apreciar vistas panorámicas de la Plaza Mayor, lo que añade un valor adicional a la experiencia. El servicio se caracteriza por su atención al detalle y su trato amable, lo que complementa la propuesta gastronómica y contribuye a un ambiente cálido y hospitalario.