
La coctelería de este espacio se integra como un acompañamiento preciso a su cocina japonesa, con combinados que equilibran aromas suaves y matices pensados para realzar cada bocado. La barra alterna clásicos reinterpretados con propuestas actuales de técnica cuidada, buscando armonía más que protagonismo. La inspiración procede de una trayectoria ligada a tradiciones culinarias nacidas en una región costera de Japón, donde la atención a la materia prima y el respeto por los procesos definen cada preparación. Esa herencia familiar se refleja en un estilo sereno y detallista, que traslada a Madrid un modo de entender la mixología basada en la pureza del sabor. El resultado es una experiencia que une tradición y coctelería con un enfoque sobrio y contemporáneo.