Desde mediados de los años 90, este restaurante familiar se ha consolidado en Madrid como una referencia de cocina gallega y castellana. Bajo la dirección de Faustino López Martín, natural de Sanabria, el local combina tradición, calidad en el producto y una carta que recoge recetas representativas de ambas regiones, con elaboraciones cuidadas y reconocibles.
Entre sus especialidades destacan el revuelto de la casa, el caldo gallego, la ensalada de salmón con angulas y berros, la empanada casera, la merluza a la gallega, el chuletón de Sanabria y el rodaballo. La cocina está enfocada en el sabor, con cocciones bien ajustadas y una presentación sencilla que pone en valor la materia prima.
Además de los platos principales, la oferta de raciones es amplia y variada: choricitos con patatas, lacón, calamares, sepia, surtidos de ibéricos, croquetas, chistorra y más. Esto permite al comensal elegir entre una comida completa o un tapeo más informal, en función del momento.
El ambiente es cordial y familiar, con un equipo de sala que mantiene una atención cercana y constante, reforzando la experiencia del cliente. La propuesta gastronómica se sostiene en una cocina con identidad, pensada para quienes buscan platos de siempre, elaborados con constancia y buen criterio.
Este restaurante se mantiene firme entre las opciones tradicionales de Madrid, ofreciendo una carta con raíces, precios razonables y un servicio que cuida cada detalle.