Con más de 80 años en la Plaza de Cascorro, es un emblema de la gastronomía madrileña. Fundada en los años 40 por Amadeo y su hermana Nicanora, esta histórica taberna siempre destacó por sus caracoles, una especialidad que ha ganado reconocimiento con el tiempo.. Hoy, hijos y nietos continúan el legado mientras Amadeo, a sus 95 años, sigue siendo el alma del lugar, recordando que no se trata solo de comida, sino de ofrecer calor y compañía con cada plato.