En Los 33, la coctelería no es un complemento, sino una parte esencial de la experiencia. Cada bebida se prepara con tiempo, técnica y atención al detalle. El Old Fashioned es un ejemplo de ese cuidado: su elaboración puede llevar hasta siete minutos, motivo por el que el equipo decide no servirlo cuando el ritmo del local impide mantener sus estándares.
Pablo Miguel, al frente de la barra, es quien marca el ritmo de esta propuesta líquida que complementa la carta del restaurante. El espacio en el que se sirve es acogedor y cercano, pensado para quienes valoran tanto la calidad de lo que beben como el momento en el que lo hacen.