Desde 1972, este establecimiento ha sido un refugio acogedor y familiar, cuidadosamente diseñado para que cada cliente se sienta como en casa. La atmósfera cálida y acogedora se logra gracias a una decoración rústica que combina muebles de madera con detalles en color piedra. Ofrecen una experiencia gastronómica de la más alta calidad, con platos preparados con ingredientes
frescos y locales, que capturan la esencia de la región. Cada rincón cuenta una historia de hospitalidad y dedicación a la excelencia culinaria, creando memorias inolvidables para todos aquellos que les visitan.