Este 18 de diciembre celebramos el Día Mundial del Cochinillo Asado y sabemos que se te hace agua la boca de sólo pensar en la piel tostadita y la carne tierna de este tradicional plato castizo, que se vende como pan caliente en la época navideña.
Para celebrar esta efeméride gastronómica hemos decidido darnos un paseo por la historia del cochinillo, desde el Imperio Romano, hasta finales del siglo XXI, para traerte estos cinco datos curiosos sobre la historia del cochinillo.
Los primeros en arremangarse la túnica para probar un buen plato de cochinillo fueron los Romanos. El asado era típico en las clases altas durante la época del imperio y la receta no ha cambiado mucho. Sólo eran necesarios tres ingredientes básicos: cochinillo, agua y sal y un horno de leña para asarlo.
La receta del Cochinillo Asado no ha cambiado desde la época de los Romanos
Otro aporte de los romanos fue la diferencia entre cochinillo y lechón. El primero es un cochino de más de dos años que todavía no ha llegado a la adultez, mientras que el segundo es un cochino joven que todavía toma leche de la madre. Para los expertos, el mejor asado se hace con un cochinillo de 4 a 5 kilos.
El cochinillo está vinculado a la religión y las artes. Según el historiador Eduardo Juárez Valero, después de 1492, el popular plato fue utilizado para identificar a los judíos que se hacían pasar por cristianos, tras la firma del decreto de expulsión. Otro dato curioso fue su uso como modelo de bodegones en sustitución del cerdo asado. Aunque el cochinillo era un producto más lujoso en aquella época se desperdiciaba menos carne.
El popular corte al plato nació en los años 30 del siglo pasado, en el `Mesón de Cándido´, un restaurante segoviano que saltó a la fama por su cochinillo asado. La historia cuenta que un día el dueño no encontraba ningún cuchillo para cortar la carne, por lo que troceó el cochinillo con un plato y luego lo rompió. El espectáculo fascinó a los comensales y desde entonces el “corte al plato” se ha vuelto famoso.
El cochinillo asado es el manjar ilustre de Segovia, aunque si estás en Madrid también tienes infinidad de sitios donde degustarlo. `Coque´ (Francisco Encinas, 8) prepara cochinillos criados en su granja y servidos con puré de calabaza y melocotón asado. `Los Galayos´ (Botoneras, 5) sirve un plato desgrasado y asado durante 8 horas; y si lo que buscas es denominación de origen segoviana puedes visitar `El Senador´ (Plaza de la Marina Española, 2).
Terminada la lección de historia, haz tu reserva y sal a celebrar por todo lo alto el Día Mundial del Cochinillo.
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